Entrevistas

Éxitos que inspiran: Ángela Valenzuela

13 Octubre 2022

En esta oportunidad, conversamos con Ángela Valenzuela, ex alumna de la Escuela de Publicidad UDP y Project Manager en McCann, sobre su trayectoria profesional y sus motivaciones para ser parte de esta industria.

¿Qué te motivó a estudiar publicidad?

No es una historia romántica. Desde que tengo uso de razón me gustó escribir y leer, así que siempre supe que estudiaría algo relacionado a las humanidades y letras (aunque tenía promedio 7 en Física, dato freak no menor). El problema es que me vi en cuarto medio sin saber qué estudiar, mi papá me sugería estudiar ingeniería, pero no le iba a dar en el gusto, así que me tomé un año sabático para trabajar y pensar. Al final, la decisión aterrizó de forma inesperada, ya que un día random en el que me encontraba trabajando como promotora de perfumes en una famosa tienda de retail se me acercó un señor muy simpático y parlanchín que dijo ser publicista del diario La Tercera, me contó más sobre su día a día y lo entretenido y fascinante que le parecía su trabajo. Para mí, que no tenía idea alguna sobre qué estudiar, fue como una luz al final del túnel y en ese momento Publicidad se asomó como una posibilidad real de carrera. Me puse a averiguar más sobre la malla e instituciones que la impartían, me gustó porque reunía muchos de mis intereses y aquí estoy, el resto es historia.

¿Qué crees tú que es lo más complejo de este rubro para el desarrollo profesional de las mujeres?

Creo que, en general, las mujeres y disidencias crecemos con el silencioso deber de demostrar nuestras capacidades dos o tres veces más que nuestros pares. El rubro publicitario no se queda atrás con esto, como la vida misma. Y en mi caso personal, me pasó hartas veces estudiando que compañeros hombres cis no pescaban mis ideas o tenía que pelearles harto para que me “compraran” el punto y llegar a un consenso. Hoy, afortunadamente ya no permito que eso suceda. Por otra parte, creo que aún hay roles binarios muy marcados sobre lo que se asigna como un “quehacer femenino o masculino”: en promedio, hay más creativos hombres y más ejecutivas de cuentas mujeres. Si bien, no existe un cargo más fácil o difícil que otro, sí se pueden distinguir arquetipos que se han moldeado para cada uno, siendo una problemática que conlleva a que, por ejemplo, a las cuentas se nos vea como un rol full maternal y toda la carga que eso arrastra consigo. Pienso que son prácticas de la vieja escuela, estoy segurísima de que es algo que está cambiando, y creo que en el futuro, el género y los roles asignados por la sociedad no serán un tema. Vamos bien encaminados, tengo esperanza

¿Qué cambios te gustaría hacer en la industria para las mujeres y disidencias de las próximas generaciones?

Gracias al feminismo, al cual me adhiero por supuesto, hoy se habla de temas que antes ni siquiera se cuestionaban. Es cosa de ver cómo eran los anuncios publicitarios de décadas atrás (aunque aún nos seguimos cayendo como rubro a veces). Creo que hay una belleza en el acto de mirar al pasado y darnos cuenta de cuánto hemos avanzado en términos de justicia y derechos para las mujeres y disidencias. Pero nos falta. Y en esa misma línea, personalmente, desde mi vereda como mujer publicista, me preocupo día a día de fomentar la cultura de equidad y horizontalidad, en todos los aspectos, no solo de género. No olvidemos que vivimos en un país muy desigual en términos socioeconómicos también, por ejemplo, y me parece que el mejor legado que podemos dejar como profesionales de la industria es creando conciencia de la importancia del respeto y la empatía por los demás.

Un consejo para las futuras publicistas

Voy a caer en todos los clichés del universo porque me hubiera gustado que me dijeran esto años atrás: confíen en ustedes mismas, crean en sus intuiciones, cuídense, muévanse, lean, ¡cuestiónense todo, no se conformen! Sean curiosas, levanten la mano, opinen, pataleen, pregunten, sin miedo. Y lo más, pero más importante: disfruten el proceso, porque de otra forma, no tiene sentido nuestro efímero paso por este mundo.