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Columna de opinión extraída del estudio realizado por las alumnas de Periodismo Sofía Pelfort, Daniela Freire, Valeria Sepúlveda e Isabel Acevedo de Publicidad.
11 Agosto 2022
Según el estudio de ONU Mujeres sobre violencia digital en Chile, el 98% de las adolescentes entre 12 y 18 años que tienen acceso a internet, poseen dispositivos propios. Asimismo, se estima que el 89% frecuenta redes sociales como Instagram. Con respecto a la autoestima, 44% (12-14 años) y 33% (15-18 años) afirma tener baja valoración propia. Actualmente, a nivel país, Instagram tiene un gran número de usuarios, cercano a los 4.3 millones, transformándose en una de las aplicaciones con mayor alcance y más frecuentadas por los jóvenes.
En la investigación “Imagen corporal y redes sociales: Autopercepción de adolescentes chilenas” el objetivo se basó, principalmente, en cómo es la percepción del aspecto físico de las jóvenes entre 13 y 17 años que consumen contenido de Instagram. Además, el estudio abarcó cómo las adolescentes podrían intentar obtener en el consumo de temas relacionados con la imagen corporal gratificaciones en Instagram, identificar sus modelos a seguir o referentes de belleza, y conocer los estándares o cánones de belleza corporal que perciben en esta red social e interpretar los resultados a la luz de la teoría de Usos y Gratificaciones.
Este proyecto contempló el enfoque cualitativo, por lo tanto las muestras no son representativas al total de la población objetivo. En el proceso de recolección de datos participaron 19 jóvenes, 14 de ellas fueron entrevistadas de forma individual, mientras que las 5 restantes participaron en una entrevista grupal.
Las usuarias consultadas concordaron que utilizan Instagram, principalmente, para entretenerse y distraerse, sociabilizar, espacio de autopromoción y aprendizaje. En este último, se especificó que se usa con el fin de prepararse para evaluaciones importantes y compartir material de estudio. Además, las entrevistadas aseguraron ser activas en relación al compartir contenido de ellas en sus perfiles de la plataforma, por lo general, a través de fotos y videos, sin embargo, a la hora de postear este contenido, surgen emociones y sentimientos negativos relacionados al miedo a ser juzgadas y a la ansiedad de sentirse expuestas. Es por esto, que adoptaron como forma de protección la distinción entre lo público, espacio percibido como inseguro y arriesgado, y lo privado, como la herramienta de close friends, caracterizado como un espacio seguro compuesto por un grupo seleccionado de personas y en donde no tienen preocupaciones sobre el qué dirán.
Otras de las aprensiones que manifestaron acerca de esta red social, es el feedback recibido mediante likes y comentarios. Muchas de ellas aseguraron que les genera preocupación e inseguridad y, en algunos casos, incluso afirmaron que la mayor cantidad de “me gusta” era sinónimo de atractivo. Con respecto a Instagram como espacio de validación de belleza, en el que surgen este tipo de dinámicas ya mencionadas, también se encuentran los modelos a seguir, que se relacionan a los gustos de cada una. Particularmente, las usuarias destacaron su preferencia por influencers que promueven el amor propio. A partir de esto, manifestaron interés en las corrientes de autoaceptación, tales como body positive y body neutrality, que son difundidas en plataformas como Tik Tok e Instagram. Tanto estas tendencias como las figuras públicas que promueven temáticas para mejorar el autoestima contribuyen a contrarrestar el efecto que esta red social puede tener en la autoimagen de las jóvenes adolescentes, ya que, de acuerdo a las usuarias entrevistadas las marcas de acné, la forma de vestir y el cabello son de sus mayores inseguridades, sin embargo, el body positive y body neutrality las acompañan en su proceso de amor propio.
Uno de los temas que surgió durante la investigación y que no se contemplaba desde un principio, es el de los asuntos de género, que involucra principalmente la reacción de los hombres al momento de compartir contenido, como las situaciones de agresión y acoso como un factor a considerar por parte de las entrevistadas, quienes manifestaron su preocupación respecto a algunas reacciones u opiniones emitidas por el género masculino.
En conclusión, Instagram se presenta como una plataforma indispensable y también figura como un espacio en donde los estereotipos y prejuicios predominan, pero a modo de contraparte, dentro de esta misma app surgen corrientes de autoaceptación y amor propio. Por lo tanto, el estereotipo de belleza promovido en redes sociales puede influir en la autoimagen que tienen de sí mismas las jóvenes, de la misma forma que tiene influencia los ideales promovidos fuera de la aplicación, sin embargo, también existen cuentas y contenidos que aportan a que las adolescentes aprendan a sentirse seguras consigo mismas.
Se puede desprender del proyecto de investigación que las adolescentes sienten un alto nivel de exposición, muy similar al que perciben en la presencialidad, tanto por sus pares, la sociedad y los exigentes estándares de belleza impuestos. Instagram, por consiguiente, se transforma en una imitación de la cotidianidad del mundo fuera de las redes sociales.